lunes, 8 de junio de 2009

El nuevo sistema

El triunfante señor Mayor Oreja ha sentado cátadra gracias a la legitimidad que ofrecen las urnas: La crisis la ha originado los especuladores, no el sistema liberal. De esta manera ha acabado con toda esperanza de cambio que todo buen conservador debe atajar: Sólo los desanpresinvos, los desalmados los sinverguenzas que se han aprovechado de las circunstancias son los culpables de la situación actual; el sistema no genera a estos individuos, muy al contrario, son los particulares los que se aprovechan de sus infinitas bondades. Además, el estado no es ya responsable directo del bienestar de los ciudadanos, sino de garantizar los beneficios de las grandes compañias, bancos, etc... porque como todos deberiamos saber, si al empresario le va bien, al empleado le va bien. Éste razonamiento no augura un futuro muy diferente al que se viene desarrollando durante los últimos tiempos, donde los trabajadores son los pagadores de los desmanes de los grandes financieros; los gobiernos que se dicen "progresistas" no dudan en garantizar la estabilidad del sistema (como eufemisticamente se llama a nacionalizar los bancos y cajas) con dinero de todos los ciudadanos, generando la impresión que los politicos son los perros de paja del capitalismo más salvaje. Una vez saneadas y operativas estas empresas estandartes del liberalismo, llamense General Motors, ING, etc... nadie duda que serán devueltas a las juntas de accionistas y que el estado salvador no repartirá beneficios entre todos. Mientras se mitifica el puesto de trabajo para el que sólo puede disponer de él y se pone en duda abiertamente la eficacia de los subsidios de desempleo que tanto aletargan el espíritu emprendedor de la clase trabajadora. La realidad es otra: Las grandes fortunas se han hecho mayores y la clase media ha quedado pulverizada, enterrada en el pasado como el New Deal o "Cuentame como pasó". Los mileuristas se situan entre la marginación de la pobreza indegente y la generación de compradores de vivienda, garantía de futuro. Esta nueva casta se limitarán a consumir productos preparados para ellos: Ikea, Ryanair, Bed and Breackfast, Tarifa plana de Internet, Lidl, etc., porque además de pobres están muy bien formados por una sociedad que no les ha dado el puesto que les prometieron: los ingenieros no dirigen departamentos, tienen que soportar a un jefe cuyo mérito absoluto es la cantidad de ceros que embellecen sus cuentas bancarias. Estos ochocientos euristas (en grecia) sólo tienen presente, ningún político les garantiza una pensión de vejez, ignorados por los sindicatos, sin capacidad de ahorro. ¿Alguien pensaba que podría ser de otra manera?.

0 comentarios: