La crisis ha traído al Reino Unido el revival de la estética de la segunda guerra mundial. Se pretende que la mentalidad autarquica, solidaria y desconfiada de aquellos oscuros días se traslade a nuestros chispeantes y rebosantes supermercados deflaccionistas. Por lo menos, se escucha con más atención a nuestros abuelos que sobrevivieron a una época mucho más trágica. Una vez más, otro retorcido mecanismo del capitalismo para que no levantemos barricadas: Una guerra mundial es mucho peor que nuestra crisis actual.
PD: La foto del cartel que acompaña a este post no es muy british ¿Sabéis porqué?